ESTE CUADRO ESTÁ PINTADO POR MI AMIGA TONI GARCIA DE MALAGA.
Aquellos que me conocen bien, siempre me han recomendado que escriba sobre mis vivencias, sobre el que hace un chico como yo en un sitio como este. Al principio mis reticencias estaban en que no tenía nada interesante que contar, un hombre que ha ido creciendo enfretándose a problemas en esta vida que ha ido solucinando conforme le iban llegando, es decir sin ser un ejemplo de nada, con mis recursos, mis aciertos y mis muchos fallos. Con el tiempo he ido dilucidando que cualquier vida es interesante, es interesante porque todos y cada uno de nosotros somos personas y eso nos hace interesantes, que no ejemplos de nada. Una vez pasada esa fase pasamos a la segunda fase, y como ordeno yo 35 años de vida y desde donde empiezo. Si que podríamos decir que hay un antes y un después, un punto de inflexión, algo que me hizo caer y despertar, dejar de estar en el aire para aprender a equilibrar aire y tierra.
Contar mi historia es contar una vida sencilla, a la par que en instantes puede ser emocionante, en otras ocasiones aburrida, triste, alegre... como todas las historias que podemos contar cada uno de nosotros.
En definitiva contar mi historia es contar la de un chaval que ha ido haciendo una peregrinación interna, ha ido quitándose las capas de su cebolla, hasta intentar encontrar un sentido a todo esto que le hemos dado en llamar vida. Un camino hacia la espiritualidad yo lo entiendo como un camino hacia el desapego de unos con otros para poder reencontrarte con ese niño que estaba dentro del vientre de tu madre, ese niño que nace y que está protegido cuyo único contacto con la realidad que le rodea es el cordón umbilical ya que por ahí se alimente, respira y se emociona recibiendo de su madre todo aquello que necesita, una vez cortado el cordón umbilical y llega al mundo exterior debe enfrentarse con eso con todo aquello que acontece a su alrrededor.
Debe aprender nombre a las cosas, debe aprender normas implícitas y explícitas; ante todo y sobretodo debe intentar volver al lugar de donde salió, sin perder esas raices y sin perder esa identidad.
En definitiva es lo que nos está pasando hemos perdido y roto de cuajo ese cordón umbilical con nuestra madre tierra, una mujer justa que como toda mujer justa aplaude cuando hacemos algo bien y castiga cuando hacemos cosas que no están bien.
Por eso no se por donde empezar, ni como empezar, no se ni siquiera si debo o quiero empezar a escribir... Así que mientras lo pienso y no lo pienso me voy a descansar un rato....
SALUDOS.
