sábado, 5 de febrero de 2011

EN LO MÁS PROFUNDO DE MI OCÉANO INTERIOR.


He estado buceando en mi océano interior durante todo este tiempo plasmando en este rinconcito todo aquello que iba saliendo a flote. De vez en cuando y para no ahogarme salía a la superficie llegaba a la orilla y jugaba con aquello que me iba encontrado, con aquello que el tiempo había oxidado. Hallé cosas que ni si quiera hubiera podido imaginar, me metí en lo más profundo de mi océano a veces sin rumbo y otras veces con un rumbo fijo. Pero con rumbo o sin él puedo decir que siempre he encontrado el camino de vuelta a casa, bajaba y bajaba y cuanto más bajaba más miedo sentía pero lo mejor de todo es que todo ese miedo iba tomando sentido.


Es allí en las profundidades donde ves que se ha quedado aquello que los demás tiran a tu océano, lo reconoces lo depuras y cuando ya está listo para ser devuelto lo entregas a sus dueños o dueñas, algo que había perdido y que se sentían sin rumbo porque tal vez lo lanzaron o tal vez simplemente se les cayó dentro sin saber donde.


Entre lo mío y lo ajeno mis aguas se hacían más turbulentas, o estancadas hacia el final del camino, tan estancadas que se me hacía imposible llegar al desagüe para tirarlos pero ahí me vi yo delante del tapón tirando de una cadena imposible de tirar hasta que al final pude hacerlo en todo momento.


Es la superficie y una vez limpio todo cuando te das cuenta resulta más fácil tirar lo que no nos gusta al océano ajeno en vez de guardarlo para nosotros o si es posible llegar a un punto de poder transmutar aquello en algo de provecho. Fuí un valiente, un inconsciente quizás o simplemente fui un chaval coherente con sus decisiones al que no le gusta dejar el baile a media canción aunque le toque bailar "con la más fea" de las batallas. Pero no soy amigo de rendiciones, no me hallo a gusto dejando las cosas a medias ya que todo vuelve en su momento y a veces en el momento más inoportuno.


Es allí en lo más profundo de mi océano donde pude sentir el orgullo de haber conseguido muchas cosas de las cuales pueda sentirme orgulloso, es allí en lo más profundo de mi océano interior donde pude aprender a discernir aquello que me toca por derecho y aquello que tiene que ser devuelto ya que no me considero nadie ni mejor ni peor para quedarme con aquello que no me pertenece. Orgullo ¿quizás?, egoismo ¿Tal vez? o simplemente ganas de una tranquilidad largamente anhelada.


En estos momentos y en la orilla de la playa empiezo de cero, empiezo a ver las cosas que no veía de mi... aquello que no pude apreciar de mi mismo por no tener el valor de bucear en lo más profundo de mi océano... y allí aprendí lo siguiente...


"Alguien dijo que el romance estaba muerto, y lo creí en vez de recordar lo que mi interior me estaba enseñando, entonces decidiste acojerme y me hisciste recordar lo que me decían, un sentimiento dentro que no puedo explicar pero mi amor está vivo y no volveré a esconderlo jamás".


Me acojo a mi humilde decisión de ser yo mismo con mis aguas calmadas y limpias y siempre vigilando a que no se vuelvan a estancar....


Saludos y gracias....

miércoles, 6 de octubre de 2010

BUSCANDO A... DESEPERADAMENTE Cap. II

El primer artículo de este blog que está escrito sobretodo desde y con el corazón hablé de una búsqueda desesperada de mi mismo, de mi situación en aquel momento. Un tiempo después casi un año después llegó el momento de desgranar un segundo capitulo de la desesperada búsqueda de un niño de 35 años que solamente ha pretendido ser un niño, sin querer perder la mirada de asombro de lo bueno y de lo malo. Una vez oí que el equilibrio consiste en disfrutar de los buenos y sobretodo de los malos momentos. Y en esa busqueda eso es lo que he aprendido a bucear dentro de mi. Aquellos que han tenido la suerte o la desgracia de vivir mis momentos más bajos han visto que pese a mi 1.88 cm. de altura y mis kilos de más ese niño interior sale a flote sin reparos, con sus miedos, con sus angustias, con todo aquello que ha ido aprendiendo a lo largo de esta vida. Un día abrí la caja de pandora y a partir de ahí empezaron a volar todos los pañuelos y solo se quedó dentro la esperanza de poder contar todo eso que he vivido. Creo que ahora ha llegado el momento de presentarme ante todos sin más pretensión que darme a conocer un poquito más. Dejé que el cuenco de agua se fuera derramando para intentar vaciarlo, y una vez vacío volver a llenarlo de una manera diferente, fresca, de una manera certera. El viaje ha sido muy tortuoso, pero ha valido la pena poder solo por el hecho de poder enfrentarme a mi mismo a través de esta ventana que llamamos Internet.

Reconozco que aunque siempre se me ha dado mejor escribir que hablar, siempre me ha costado mostrar todo lo que he escrito a los demás. El día que me puse delante de esta pantalla me costó hacerlo porque quien me conoce sabe que soy muy celoso de mi intimidad hay muchas hojas escritas en un cajón de mi habitación, un libro escrito que contiene reflexiones de todo lo acontecido en mi vida.

Sigo teniendo el mismo miedo que tenía cuando era un niño, sigo viviendo en la incertidumbre en la que vivía cuando era un niño, contínuo ruborizándome cuando tengo que preguntar algo a alguien, me sigue costando entrar en un grupo de gente desconocida, contínuo siendo ese niño reservado, observador de todo aquello que sucede a su alrrededor, pero ante todo y sobretodo sigo siendo ese niño que ha creido en la gente, en las personas y al que le cuesta ver la cara oculta de la luna cuando anochece, sigo siendo ese niño que con ilusiones en su bolsillo se levanta cada día con la convicción de que intentará mejorar a cada paso que doy. La vida no me ha hecho más intolerante sino que la vida me ha enseñado a discernir de aquello que merece o no merece la pena.

Hubo un momento en mi vida en pensé que todo había acabado, hubo un momento en mi vida creía que la vida me había dado la espalda, hubo un momento en mi vida en que todo se tornó gris, hubo un momento en mi vida en el que tiré el tablero de un juego que no me gustaba, hubo un momento en mi vida en el que me dí cuenta de todo lo que valía la pena, lo que realmente valía la pena. Hubo un momento en mi vida en el que decidí morir para volver a nacer, hubo un momento en mi vida en el que dejé que el niño que sin darse cuenta jugaba a ser adulto me pidió paso, hubo un momento en mi vida en el que ese niño me rogó que lo liberara de su cárcel.

Y sí, eso fue lo que hice liberé a ese niño lo escuché, lo acuné y le di toda mi confianza, dejé que ese niño fluyera dentro de mi con todo lo que ello significaba. Fue ese niño el que me guió, fue ese niño que me iba contando todo lo que había pasado durante todos esos años en los que estaba perdido, en los que estaba sin fuerzas, fue ese niño el que me dijo donde realmente residía mi talento, fue ese niño que de un modo desesperado me iba ofreciendo su fuerza, su calma interior, compartió conmigo sus más intimos anhelos, sus más íntimos deseos, sus más intimos temores, me enseñó a vivirlos a sacarlos a fuera, en definitiva me enseñó que todo aquello que sentía era mío por derecho propio, en el que todo aquello que me emocionaba era mío por decreto universal. Fue ese niño acunado, seguro de si mismo, me enseñó a convivir con mi lado claro y sobretodo a mi lado oscuro, fue ese niño que me enseñó a traspasar esa resistencia que no nos deja ver más allá de lo que tenemos delante.

Y ahora agarrado fuertemente a mi niño llegó el momento de presentarme y presentarlo ante todos, y dejar que fluya en la alegría, dejar que fluya en sus anhelos y ayudarlo a conseguir aquello que me ha ido pidiendo durante tanto tiempo, un tiempo en el que me olvidé de ese niño interno que me permite seguir pisando en tierra firme.

Así que en realidad he BUSCADO A ESE NIÑO DESESPERADAMENTE..... Y POR AHORA LO VOY ENCONTRANDO.....

GRACIAS A TODOS.

jueves, 2 de septiembre de 2010

LO QUE SIENTE LA MUJER

Me llamo Gabriel y hasta hoy no había comprendido el significado y el peso que conlleva llevar un nombre que traducido del hebreo al castellano significa “poder de dios” o la “palabra de dios”. Mi vida se me antoja por momentos muy difícil, incluso a veces extremadamente difícil, pero por muchos baches y, en ocasiones, montañas más altas que el himalaya que he encontrado en mi camino todas han sido aniquiladas, superadas, es decir todas las pruebas que me he ido encontrando en el camino me han sido presentadas para llegar al punto en el que me encuentro hoy. No reniego de mi pasado, aunque en ocasiones mi ego me juegue malas pasadas y me hagan difuminar la realidad, que le vamos a hacer ante todo y sobretodo soy persona.

No me considero una persona más madura de la edad que tengo, porqué como me dijeron una vez simplemente soy un joven al que se le han presentado una serie de problemas en la vida. Problemas a los que no les di la espalda, es más problemas a los que me enfrenté con mucho miedo por mi parte pero con la valentía y el coraje suficiente para poder tirar hacia delante con lo que se me viniera encima. He batallado y me he hecho mucho daño a mi mismo, también he hecho daño a aquellos a quienes he querido, quiero y querré, pero es el peaje que hay que pagar por llamarse Gabriel y no de otra manera. He tomado decisiones que en ocasiones han sido tan inpopulares que ahora con la perspectiva del tiempo por momentos parecen irreales. He luchado por mi y por el bienestar de los que están a mi alrrededor. A ojos de la lógica, a ojos de los que caminan por el sendero del “como dios manda” mi vida puede ser una locura, una irreverencia, o simplemente alguien me podrá llamar kamikaze. Pero una vez fuera telarañas mentales, una vez sacudido el polvo del camino y mirando atrás, para acabar un ciclo y poder empezar otro con más fuerza, me doy cuenta de la grandiosidad de mi ser. Me doy cuenta de que he sacudido muchas conciencias, y muchas veces, sin yo pretenderlo he sido modelo a seguir, querido y admirados por unos y odiado y negado por otros. Aquellos que me han querido han disfrutado de mis alegrías y mis penas, de mis humores y mis maleshumores, de mis grandezas y mis muchas miserias. Aquellos que me han negado se han perdido a un ser extraordinario y único que lo único que buscaba era encontrar un lugar en este mundo material que es mucho más peligroso que cualquier jungla que podamos encontrar en el globo terráqueo que tengamos en casa, o en aquellos atlas que utilizábamos en el colegio.

La importancia de llamarse Gabriel radica en la honestidad de llevar las verdaderas enseñanazas, las del libre albedrío, las del respeto hacia los demás y sobretodo y ante todo hacia uno mismo. Dejé de respetarme en el momento en que vi que era más importante seguir esas normas que yo no creé, esas normas que estaban establecidas mucho antes de que yo naciera. Sin ser consciente de ello, esas normas las he ido rompiendo, modificando, creando otras que son válidas para mi y para que yo continue, si así es de menester, caminando en este mundo material. Hay quien dirá que yo me he amputado muchas cosas por no dejarme llevar por algunos placeres momentáneos, por seguir mis convicciones y no las que me imponía la sociedad por el simple hecho de estar viviendo una etapa u otra de mi vida.

He pasado muchas pruebas, dejándome arrastrar por la “desconfianza” que los demás han depositado sobre mi. No he sido una persona que ha sabido venderse, no he sido una persona que ha establecido una campaña de marketing, disfrazando mis defectos y engrandeciendo mis virtudes para que ser comprando a ojos de la gente “bien pensante” para poder ser aceptado en “distinguidos clubs sociales”, más bien he creado un “desesperado club social” en el que lo importante es ser uno mismo, con todo lo que ello conlleva.

Se que por mi condición de ser hombre se esperaba de mi una especie de cobardía inherente a los hombres, una especie de misoginia de la cual no he sido partícipe. No he buscado el placer fácil, y cuando lo busqué siempre he sido consciente de ello, sin más. El sexo es sucio si no te lavas, me dijeron una vez. Y lo adapté a mi manera de ser, lo adapté a mi condición de persona analítica que lo único que ha intentado en esta vida es minimizar sus costes emocionales, pese a que en algunos momentos la recaudaciones de emociones me ha ido dando palos haciendo que mis activos emocionales fuera a pagar y no a devolver.

También se que por mi condición de hombre tendría que estar debajo de la cama asustado por no creerme con las suficientes armas para enfrentarme a muy temprana edad con una relación, que me ha hecho más bien que mal, con una serie de circunstancias que aparecieron en mi vida que hicieron que cambiara la fama y la reputación por amor o por luchar por alguien que mereció, merece y merecerá la pena aún modificando nuestros roles. Gracias a ella me di cuenta lo importante que es ser mujer en un mundo en el que ser mujer o todo lo relacionado con la femeneidad es degradante.

Es normal ver a una mujer vestida como un hombre, es aceptado y comprendido, es normal ver a una mujer mostrar su parte masculina o fuerte, es más les es necesario para poder sobrevivir en medio de unos depredadores que por el simple hecho de poder “meterla en caliente” ya son los amos del universo, o mejor dicho los amos de su calabozo. Por el simple echo de ser hombres es como el tener un permiso vitalicio para degradar todo aquello que significa ser mujer.

La cosa cambia cuando un hombre demuestra su parte femenina, con independecia de su sexualidad, cuando un hombre deja de ser misógeno y no le importa que le vean con unos ademanes más o menos femeninos, con unas preferencias más o menos femeninas a ojos de la “gente bienpensante”. Ahí vemos a los grandes hombres que van con traje y cobarta, que menosprecian el trabajo de una mujer, y que en el momento en el que se encuentran con otro hombre que muestra sus sensibilidad o su veneración por la mujer, se creen con el poder de etiquetarlos poniendolos en el saco de la homosexualidad o en el saco de los llamados calzonazos. Y eso es degradante porque piensan que la mujer es un ser degradante y no se pueden permitir el no ser aceptados por una sociedad que maltrata psicológicamente a un genero que nos lleva durante 9 meses en el vientre, que sufre como nadie para poder traernos a este mundo, y que después del sufrimiento que ello conlleva en vez de negarnos por esos dolores llora de emoción al ver nuestra carita olvidándose de que un segundo antes sus dolores eran insoportables, tan insoportables que si tuvieramos que sufrirlos algunos de nosotros estaríamos debajo de la cama en la primera contracción.

Una mujer que comprende, que esconde lo que sufre por nosotros los “grandosos hombres”, simplemente por no cargarnos más mochilas en la espalda. Una mujer que lo único que busca es respeto como persona y no que se la vea como un simple agujero donde descargar nuestra testosterona. Una mujer que se levanta dos horas antes de ir a trabajar para salir con los deberes del hogar hechos y que cuando vuelve del trabajo tiene tiempo de repasar la lección y enfrentarse a nuevos deberes.

Ha sido tal el machaque psicológico que han llevado encima que hasta lo han adquirido como normal esa degradación a la que ha sido sometida. Y se sienten orgullosas de rechazar a un hombre que demuestre su femeneidad ya que le aburre de tal manera que tienen un chip “inmodificable” que les dice que el hombre de su vida tiene que degradarlas, ignorarlas, y sobretodo tienen que sentirse inferior a ellos por que sino es así no hay amor, no hay cariño y sobretodo no hay respeto hacia el hombre.

Yo me pregunto porque si tan degradante es ser mujer en cuanto un hombre tiene que disfrazarse tiende a hacerlo de mujer, y en plan de burla o sorna. Y lo que me parece más fuerte la mujer le sigue la sorna o la burla. No será que en el fondo a todos los hombres no gustaría saber lo que se siente al ser mujer... pero como nos da miedo su inmensa fortaleza las negamos sin pensar en el daño que ello ha provocado durante tantos años. Reflexionemos sobre el tema.

MUNDO AHOGADO.

Cambié el amor por la fama
Sin pensarlo dos veces
Todo se convirtió en un juego tonto
Hay cosas que no se pueden comprar

Recibí exactamente lo que pedí
De mala manera
Corriendo, apresuradamente quería más
Tuve que soportar a gente indeseable

Y ahora descubro
He cambiado mi forma de pensar

Tu rostro
Mi sustituto para el amor
Mi sustituto para el amor
Debería esperar por ti
Mi sustituto para el amor
Mi sustituto para el amor

Viajé por todo el mundo
En busca de un hogar
Rodeada de multitudes
Sintiéndome tan sola

Tuve muchos amantes
Los cuales estaban conmigo sólo por
Interés, para aprovecharse de mi fama
Nunca me sentí tan feliz

Mmmmm, ooohhh, mmmmm
Sin lugares famosos, lejos de ellos
Joyas que pueda comprar
Ningún apuesto extraño, peligroso
Droga que probar
Sin viajes eternos, sin corazones que robar
Sin risas en la oscuridad
Sin aventuras en tierras lejanas
Sin fuegos que pueda avivar
Mmmmm, ooohhh, mmmmm

Y ahora descubro he cambiado mi forma de pensar
Esta es mi religión.








HE AQUI UN PEQUEÑA MUESTRA DE QUE LAS COSAS SE PUEDEN SENTIR DE OTRA MANERA, CON MAS TRANQUILIDAD, DISFRUTANDO DE LAS PEQUEÑAS COSAS QUE TE DA LA VIDA.

viernes, 20 de agosto de 2010

AHORA TOCA...

Creo que ha llegado el momento de levantar la cabeza y seguir mirando hacia el frente, mantenerme erguido, incorporarme y empezar a practicar lo aprendido. Empezar a ser "verbo" y no "sustantivo" tal y como reza la canción.

Hay momentos en el que la vida te sorprende para bien, y esos momentos con la mente más o menos clara y el corazón más o menos limpio hay que aprovecharlos sin pensar mucho en lo que se fue o en lo que se será, simplemente siendo.

Ahora toca demostrar, es el momento de dar y también de recibir, de hacer realidad en este mundo material esas ilusiones y esas reflexiones que me han ido surgiendo durante este último tiempo y que supongo las he tenido siempre dentro de mi pero que en algún momento dado las escondí para no ser diferente. Ahora toca no pensar en lo que pasará sino que ahora toca sentir lo que está pasando, sin agobios, sin desesperaciones, sin atropellos y sin proyecciones de una vida llena de altos y bajos en los que ha valido la pena todo lo vivido. Ahora toca coger aire, cambiar aspectos exteriores de mi vida que me anclan en algo que, aunque sigo siendo, ha ido evolucionando hacia lo que soy ahora. El que busca encuentra y el que encuentra haya, así que sin dejar de buscar, he encontrado y sobretodo he hayado algo inesperado, y ahora toca disfrutarlo.

Así pues agradezco enormemente las sopresas que la vida me está ofreciendo en este momento, agradezco enormemente esos momentos inesperados aunque deseados... Ahora toca estar agradecido....


SALUDOS Y GRACIAS.

viernes, 25 de junio de 2010

DOS CAMINOS, DOS OPCIONES, DOS MANERAS DE VIVIR...


Solo han me han bastado leer tres páginas del primer volumen del Libro "Coversaciones con Dios" para darme cuenta de que a veces las mayores piruetas que das en la vida son las que uno necesita para reorganizar todo aquello que nos preocupa, que nos crea infelicidad y sobretodo que como dije en una anterior entrada nos crea un dolor que nubla nuestra visión desde un punto más objetivo.


Este libro llegó a mi vida hace unos años... fue el tercer volumen... empecé a leerlo y en aquel momento no me dí cuenta que estaba haciendo mella en mi visión de las cosas, en mi manera de comprender mi mundo interior y como mi mundo exterior. En un intento de reflexionar sobre todo aquello que el autor cuenta en el mismo libro, distingue dos caminos, distingue dos visiones para seguir caminando en este mundo que en ocasiones se nos puede antojar como el purgatorio de unas almas reencarnadas que vienen a aprender y a enseñar; pero lo que si que está claro es que todo parte de nuestra opción personal e intransferible de como caminamos por aquí, en como nos enfrentamos a todo lo que nos acontece en todo momento. Dos caminos que se traducen en el miedo y la fe.


El primero es irracional pero a veces necesario para ser aceptados en una sociedad que comparte ese miedo, como traté en otra entrada el miedo que adormece dejándonos llevar por manos de inconscientes que de alguna manera se aprovechan de ese miedo que sentimos en favor propio. Se basa en el principio empírico de la inmediatez, del "Ver para creer" y si no vemos desencadena dentro de nosotros unos sentimientos que aunque compartidos por todos los guardamos porqué lo importante es negarse esas emociones viviendo en una ilusoria felicidad que deciden los demás que tiene que ser así. Hablamos de que no nos gusta la mentira pero es tan necesaria como el comer, algunos confundimos la honestidad y la sinceridad con el ataque directo y la descalificación; sin darnos cuenta de que esto no es más que un mecanismo de defensa para desviar la atención hacia algo ajeno a nosotros, llegando a traicionarnos a nosotros mismo en todo momento. Hablamos de amor cuando en realidad lo que queremos decir es posesíón, nos vanagloriamos de querer saber lo que la persona de al lado creemos que necesita cuando en realidad ocultamos lo que realmente deseamos nosotros mismos. Se utiliza el chantaje emocional como moneda de cambio para conseguir aquello que queremos y como atajo para poder llegar a una victoria que nunca se saborea ya que en el fondo sabemos que no actuamos desde una visión egóica de la situación, desde una visión del control general de aquello que nos sucede. Da miedo perder el control de aquello que sucede, da miedo pensar que hay cosas que van más allá de la lógica ya que muchas actitudes, que a veces nos hacen daño, se han convertido en el decálogo del "ciudadano decente" bajo el epígrafe del "como Dios manda". Sin caer en la cuenta de que lo único que nos manda Dios es que vivamos conforme a aquello que nos crea una alegría interior y que es mucho más simple y a la vez mucho más complicado que una felicidad que depositamos a manos de algún agente externo.


Con ello quiero decir que la alegría interior debe convivir con la felicidad externa que nos pueden dar todas aquellas bendiciones y herramientas que tenemos a nuestro alcance, que nos sirven para poder cubrir esas necesidades que como seres humanos necesitamos para vivir o sobrevivir. Vivir solo con una de esas cualidades es ir cojo por la vida, vivir sin la alegría interior y la felicidad externa nos impide disfrutar de esta última y caminar por la vida solo con la alegría interior es dar la espalda a nuestra condición de seres humanos y como tales olvidarnos que estamos en una sociedad que requiere de nosotros y nosotros requerimos de ella.


En la conjunción de esos dos útimos estadios reside la segunda manera de vivir, la opción más difícil y que en ocasiones es la más dolorosa. Una filosofía que parte de la premisa "Creer para ver", es decir la fe en uno mismo, la fe en que una vez superado cualquier bache en esta vida seremos más fuertes y más conscientes de nuestras capacidades para poder vivir disfrutando de lo externo desde nuestra parte interna, utilizando lo externo como una herramienta de vida no como un objetivo de vida.


Si llega a alguien puede ser que me tachen de "iluso", " loco", "irracional", ese tipo de ocurrencias solo puede partir de alguien que no tiene nada a nivel material, dos pantalones rotos, dos pares de zapatos, y poco más de 50€ en el bosillo. Pero hay algo que por mucho que señalen estas palabras nadie podrá arrebatarme, la ilusión de que toda esta situación externa cambiará a corto, medio o largo plazo. Hay algo que nadie podrá arrebatarme por mucho que lo intenten todo el camino interno que he realizado para llegar a este tipo de conclusiones. A partir de ahí...
¡¡¡¡¡JUZGUEN USTEDES MISMOS!!!!!!!


Saludos y Gracias....


P.D.: al cap. encantador, sigues prendiendo la llama....


domingo, 30 de mayo de 2010

CONEXIONES


Me he levantado esta mañana pensando en muchas sensaciones que voy descubriendo día a día, en muchos lastres que he ido soltando durante estos 3 últimos años un viaje interno hacia la obtención de respuestas a unas preguntas que se quedan en la superficie, que flotan en la mente y se alían con el corazón. Una simple pregunta me fue llevando a otras y estas a otras más, es como si al ver el hilillo que sale de un jersey deshilachado y en vez de cortarlo empiezas a tirar y a tirar hasta que el jersey se fue desahciendo delante de mí.






Hay situaciones que sin saber como ni porqué nos empujan a sentir a emocionarnos, nos empujan a repetir patrones de conducta adquiridos unos porque vienen dados por la genética, otros porqué son aprendizajes que tenemos en la vida y otros que sumergidos en el subconsciente van apareciendo de vez en cuando. Es esa parte nuestra que late dentro, que fluye, que aparece y desaparace sin que nos demos cuenta.






Cogí un jersey viejo, que empezaba a deshilacharse y al no encontrar tijeras para poder cortar ese hilillo colgando empecé a estirar esperando un final, esperando que se diera por si solo pero eso no ocurría ya que cada vez que tiraba más se descomponía el jersey, y más iba descubriendo como se iban combinando los colores, los dibujos, las formas rectas y abstractas. Me sumergí en el fabuloso mundo de deshacer un jersey. Desenredando una y otra vez cada vez iba más lejos, cada vez descubría más formas nuevas, inventando e imaginando diferentes formas de recomponer ese jersey que se iba destruyendo delante mío.






El mejor descubrimiento fue que hay un gran conexión entre nuestra madre y nosotros mismos desde que somos un simple feto; el cordón umbilical sirve para algo más que alimentarnos físicamente, sinó que también nos ayuda a alimentarnos emocionalmente ya que sentimos, nos emocionamos en el mismo momento en que lo hace nuestra madre. Esa conexión se constituirá como parte de nuestro patrón de como poder enfrentarnos al inmenso mundo de las emociones y los sentimientos. Eso que cortan nada más nacer contiene mucha más información de nosotros mismos de lo que podríamos imaginar, sería como la caja negra de un avión. Sentimos aquello que sienten nuestras madres durante los 9 meses de gestación, somos esponjas de aquello que pasa a nuestro alrrededor y eso condiciona para bien o para mal nuestro ámplio espectro de emociones y conductas que regirán nuestra vida a lo largo de nuestro ciclo vital. A ello también hay que sumarle nuestra experiencia como seres humanos y nuestra interacción con nuestro entorno, familia, amigos, y aquellos con los que interaccionamos durante el resto de nuestra vida.




Es por ello que la desaparación de la mujer que nos ha llevado durante esos nueve meses en su vientre nos provoca un desgarro y un desamparo total hacia un cariño incondicional que no lo suple nada más que el recuerdo de haber compartido momentos buenos y malos.




Solo una pequeña acotación no os dejeis nada en el tintero para decir o comentar porque luego puede llegar a ser un poquito tarde....




SALUDOS Y GRACIAS.