miércoles, 25 de noviembre de 2009

PERDON ¿TIRANIA O LIBERACIÓN?

He titulado esta entrada como el título de un libro que llegó a mis manos precisamente el día de mi cumpleaños y de la mano de la persona menos esperada. Así que con permiso de la autora Sylvie Tenenbaum me he apropiado el título para escribir esta entrada que es como un acto de contricción que hago sobre mi mismo.
Los que realmente me conoceis sabreis que llevo casi dos años, el 2 de diciembre de este año harán dos años de mi primer y único curso de reiki, en constante peregrinación de mi mismo. Por motivos que no vienen al cuento, y por una meta que tampoco se trata de ir gritando a los cuatro vientos, inicié un viaje sin retorno en el que sea lo que sea que consiga en un futuro cercano o lejano se que siempre me proclamaré vencedor porque con mucho esfuerzo, por mi parte, he ido soltando peso. Muchos sois los que me habeis acompañado durante todo este viaje, algunos me los he dejado en el camino, otros me seguis acompañando física, moral o espiritualmente y aquellos que tengan que venir ya irán apareciendo.
En estos últimos días y a raiz de la aparición de este libro, y habiendo leido solamente dos páginas del mismo hallé respuestas a lo que me ese niño que estaba en mi interior intentaba decirme, que intentaba mostrarme, gracias a la lectura de dos páginas conecté con él que ardía en deseos de comunicarse conmigo de poder tener a alguien en quien confiar.
Ese niño pudo más que yo y se puso a llorar desesperado, desconsoladamente, hasta que le escuché y fue así como pude llegar a la conclusión de que la opción de perdonar o no es tan legítima nuestra como cualquier otra opción en nuestra vida. No estamos en la obligación de perdonar a aquellos que nos han maltratado psicológicamente desde que tenemos uso de razón, no estamos obligados a pasar de ser víctimas a verdugos por el simple hecho de hacer que el que ha cometido la falta lave su conciencia, a través del arrepentimiento, sincero o no.
El perdonar a quien nos ha faltado el respeto, a quien no se ha percatado de que existimos, a quienes por un motivo u otro nos ha ninguneado o no sabido o querido darse cuenta de que estamos ahí, no es una obligación sinó más bien una opción puramente personal e intransferible. El perdón "Obligado", el "como dios manda" nos tiraniza y no nos libera ya que ese pequeñin/na que todos tenemos dentro nos recordará constantemente la falta que han cometido con nosotros, y que al perdonar "por obligación" estamos nosotros mismo faltándole el respeto, estamos saltándonos su confianza y su seguridad personal haciendo que siga siendo un niño asustado, con miedos, inseguro, UN NIÑO INVISIBLE al fin y al cabo. De ahí reside el título de la entrada y el título del libro.
A quien realmente debemos perdonar a ese niño interior, debemos interiorizarnos y darle la oportunidad de expresar lo que sigue sintiendo, lo que sigue aguardando dentro de él que es lo que no nos deja avanzar en esta vida. Simplemente escuchándolo, ganándonos su confianza, dándole la oportunidad de que se exprese podremos llegar a hacer del perdón hacia nosotros un acto de liberación de nosotros mismo.
Así pues abandonemos el silencio, abandonemos la idea de ahogar nuestras emociones ya que cuanto más las ahoguemos más tardaremos en avanzar permaneciendo anclados en situaciones, pensamientos y emociones que en muchas veces nos imposibilita a enfrentarnos a situaciones llenándonos de culpa, miedos, soledad, y sobretodo desesperación.
ESPERO QUE ESTE MENSAJE OS LLEGUE Y OS HAGA REFLEXIONAR COMO A MI SOBRE UNA ELECCIÓN INTIMA Y PERSONAL.
GABRIEL HERNANDEZ...



OS DEJO AQUÍ UNA JOYA PARA PODER ILUSTRAR....

3 comentarios:

  1. Me ha llegado al alma, esta reflexion, ya que, tu que me conoces, sabes q yo, si puedo perdornar lo hago de corazon, pero que si no, soy incapaz de hacerlo, aunq el odio no tenga cabida en mi, el rencor siempre queda. Que dificil es curar el alma herida... Ains...

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  2. encantador de serpientes28 de noviembre de 2009, 8:23

    La hipocrecia societal nos hace vulnerables, debemos ser educados, encantadores y demostrar que sabemos perdonar... y sino hay nada perdonable, y sino somos personas ideales...? Somos únicos e irrepetibles, y eso es lo que nos hace tener un valor añadido que pocos se atreven a mostrar... mi niño interior está jugando en el patio...es hora de que le llame y vuelva a entrar... Gracias por tus pensamientos y palabras...hace falta valor para todo esto... te felicito !!!

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  3. Supongo que muchos perdonamos porque es lo que se debe hacer y nos engañamos.Parece que nos da miedo decir "no te perdono".Tenemos derecho a lo uno y a lo otro.Igual es más posible llegar a olvidar antes que a perdonar.

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